Projects Frontend Portlet

embedded = false isPreview = false
  • FINALISTA 2008

Riva

Split (Croacia), 2007

Reordenación de un tramo del paseo marítimo situado delante del palacio de Diocleciano.

Estado anterior

Justo después de abdicar, el emperador romano Diocleciano se instaló en el palacio que había hecho construir en una bahía de la costa dálmata, cerca del lugar que le vio nacer. De planta cuadrada, el inmenso edificio fortificado tenía uno de sus cuatro frentes sobre el agua del mar. Una vez muerto, el emperador fue enterrado en este palacio, a cuyo alrededor, con el tiempo, se formó Split. En su encuentro con el mar, la ciudad se alineó rigurosamente con el frente marítimo del palacio imperial, dando lugar al actual paseo de Riva.

Este concurrido espacio, orientado a sur y con vistas sobre la bahía, está presidido por los restos del palacio, magníficamente conservados hasta la actualidad y declarados, junto con el casco histórico de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A pesar de su inmenso valor histórico y arquitectónico, la fachada de mar de Split hasta hace poco tiempo se veía deslucida por el desorden imperante en sus bajos comerciales. Con formas, tamaños y colores heterogéneos, los toldos, las sombrillas y las marquesinas de los restaurantes y cafés impedían su visión unitaria y dificultaban el paso de los peatones a lo largo de un espacio que, aparte de su intenso uso diario, suele acoger acontecimientos multitudinarios como fiestas, desfiles, procesiones y actos políticos o deportivos.

Objeto de la intervención

En 2005, el ayuntamiento de Split decidió arreglar esta situación convocando un concurso para la renovación del paseo de Riva. Aunque la convocatoria perseguía una notable transformación de sus características físicas y funcionales, las bases establecían requisitos muy precisos en cuanto al respeto debido a su valor histórico y cultural. La renovación del paseo debía conjugar estos dos objetivos aparentemente contradictorios en una solución equilibrada.

Descripción

La intervención actúa sobre un tramo del paseo de más de 250 metros de largo y unos 50 de ancho, centrado respecto a la fachada del palacio de Diocleciano. Se han retirado todas las marquesinas de los bajos comerciales, de modo que ha quedado liberada una franja limpia de unos cinco metros de ancho al pie de toda la fachada marítima. Una hilera de palmeras separa esa franja lateral del paseo central, que tiene unos veinte metros de ancho. A la vez, la zona central queda separada por una doble hilera de palmeras de una tercera franja de paso que transcurre muy cerca del agua.

La zona abarcada entre la primera hilera de palmeras y el mar sigue la pauta de una retícula modulada con cuadrados de un metro y medio de lado. Esta retícula se materializa en el despiece del pavimento, formado por losas de hormigón coloreadas con diferentes tonos de gris verdoso y con las juntas muy marcadas. Todos los elementos de alumbrado, mobiliario urbano y jardinería se ordenan siguiendo las directrices marcadas por el pavimento.

El alcorque de cada palmera ocupa el espacio correspondiente a un grupo de módulos cuadrados, empedrado con adoquines y con un perímetro distinto en cada caso. Los dos bordes del paseo central están reseguidos por series de postes metálicos verticales y pintados de blanco que siguen también el ritmo marcado por la cuadrícula del pavimento. Los postes del borde norte, plantados cada cuatro módulos, son el soporte de grandes sombrillas abatibles que dan sombra a las mesas de los cafés y restaurantes a los que se habían retirado las marquesinas y los toldos. Cuando es preciso, las nuevas sombrillas se pueden disponer verticalmente para facilitar cómodamente el paso de desfiles u otros acontecimientos multitudinarios. En esa posición pueden funcionar como pantallas sobre las que proyectar por la noche imágenes o filmaciones. Los postes del borde sur, plantados cada trece módulos, son el soporte del alumbrado, que está resuelto con un innovador sistema de luces LED de intensidad graduable. A la sombra de la doble hilera de palmeras, entre el paseo central y el mar, hay una franja verde de doce módulos de ancho, llena de parterres con formas variadas pero recortadas siempre sobre la retícula del pavimento. Estos parterres concentran toda la vegetación arbustiva del Riva, formada por plantas mediterráneas, con pocas necesidades hídricas y resistentes al salitre del mar. Presentan una gran variedad de especies aromáticas y medicinales que incluyen el arrayán, el orégano, la albahaca, el tomillo, el ajenjo, la lavanda o la siempreviva. Entre los parterres hay bancos que miran hacia el paseo central o hacia el mar. Algunos de ellos están formados por una simple losa del pavimento que se ha doblado sobre sí misma para levantarse del suelo. Otros son bancos de madera blanca, fijados sobre losas del pavimento ligeramente inclinadas.

Valoración

Sin renunciar a una imagen rotundamente contemporánea que confiere claridad y unidad al nuevo paseo de Riva, la intervención es plenamente respetuosa con sus valiosas preexistencias. Por un lado, se ha liberado la fachada marítima de elementos accesorios, dignificándola y mejorando su percepción. Por el otro, se ha reforzado la identidad del paseo y se ha racionalizado su uso. Ahora, todos los elementos que lo forman responden a un único orden coherente y armónico que subraya su carácter mediterráneo, pero también presentan una flexibilidad capaz de responder con eficacia a una gran diversidad de usos distintos.

David Bravo Bordas, arquitecto

[Última actualización: 09/05/2023]

Ficha técnica

CIUDAD: Split
PAÍS: Croacia
INICIO DEL PROYECTO: 2005
INICIO DE LAS OBRAS: 2006
FINAL DE LAS OBRAS: 2007
SUPERFICIE: 14.053 m²
COSTE: 9.000.000 €

Créditos

PROMOTOR:
City of Split

AUTORES:
3LHD Architects


Documentos relacionados