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La Cámara Municipal de Espinho, ciudad de la fachada atlántica del Área Metropolitana de Oporto, designó el barrio de Marinha de Silvade como área estratégica de intervención prioritaria. Este barrio, históricamente muy ligado al mundo pesquero, forma parte del conjunto urbano de Espinho, aunque queda como una entidad confinada entre el frente litoral y la línea ferroviaria que pasa en superficie. Este aislamiento del barrio de la marina, pese a su proximidad al núcleo urbano, se debe a una serie de barreras físicas que le provocan fuertes discontinuidades con su entorno, no sólo a levante por la presencia de la vía férrea y a poniente por el límite natural que supone la línea de costa, sino también al sur, donde la existencia de una gran extensión privada imposibilita cualquier tránsito en esta dirección, y al norte, donde la vieja fábrica de conservas Brandão Gomes & Cia, principal fuente de empleo de la gente del barrio hasta su cierre, también suponía, por sus dimensiones y su estado de abandono, un verdadero tapón que dificultaba, antes de su rehabilitación, las relaciones naturales y fluidas con los barrios marítimos vecinos.

En este contexto de aislamiento, agravado por el olvido de la zona por parte del planeamiento urbanístico durante muchos años y por el cierre, junto con la fábrica de conservas, de otras fábricas textiles tradicionalmente ligadas al empleo en el barrio, sus habitantes, el 12% de la población local de Espinho en 1991, sufrían socialmente las consecuencias de esta geometría urbana discontinua y fragmentada: marginación social, desempleo, precariedad económica, analfabetismo, etc., afectaban a buena parte de la población de un barrio destinado a la apatía cívica y cultural.

Descripción

El programa incluyó la realización de más de 22 proyectos específicos integrados en el planeamiento aunque escalonados para su ejecución en diferentes fases. La calificación y mejora del espacio urbano abordó íntegramente la rehabilitación y consolidación del envolvente constructivo de diferentes grupos degradados de vivienda –demolición de añadidos, reparación de fachadas y cubiertas, instalación de infraestructuras comunes– y la mejora de sus espacios exteriores –pavimentación, ajardinamiento, instalación de redes de riego automático, mobiliario urbano, implantación de instalaciones enterradas para el depósito y recogida de los residuos sólidos urbanos, creación de plazuelas.

Así se rehabilitó el conjunto habitacional de siete bloques del Bairro Novo, construido por la Cámara Municipal en 1965, los bloques de vivienda social presentes en el barrio, dos escuelas preexistentes de enseñanza primaria y las casas ligadas a la antigua fábrica de conservas creada en 1894. Esta fábrica, adquirida por la ciudad en 1985, antiguo motor económico y testigo de la vida del barrio, se rehabilitó igualmente para acoger un gran conjunto cultural. En la misma línea, se ejecutó la construcción de una nueva guardería infantil, de dos nuevos edificios plurifamiliares con 50 viviendas de protección oficial y la creación y mejora de centros y locales para la tercera edad, los jóvenes y las asociaciones del barrio.

La valorización de los recursos naturales pasó sobre todo por la recuperación ambiental y la mejora paisajística del lecho y las márgenes de la Ribeira de Silvalde, fet que transformó poderosamente lo que hasta entonces había sido un obstáculo para la continuidad espacial del barrio, y un grave foco de contaminación, en un lugar verde que pusiera en contacto ambas orillas y mejorase sus entornos. A tal fin, se implementaron soluciones naturales de regularización y estabilización de márgenes, de oxigenación del agua y de plantación de vegetación adaptada al lugar. Para la conversión en zona verde de lo que había sido prácticamente un vertedero en superficie, se definieron itinerarios a lo largo y a través de la rambla, mediante nuevos puentes peatonales articulados por zonas de estancia, pavimentadas y sombreadas. Durante la realización de las obras de recuperación del curso de agua se llevaron a cabo diferentes actividades de educación ambiental con las escuelas y la comunidad local.

Estrechamente ligada a la actuación en la Ribeira de Silvalde, el programa puso en práctica la calificación y urbanización de todo el frente litoral, entendiendo su carácter estructural en términos de recalificación urbanística y ambiental de la línea de costa. En busca de una relación de equilibrio entre la naturaleza y la ciudad consolidada, se construyeron nuevos recorridos para el paseo y se dispuso mobiliario urbano según una selección esmerada de materiales de revestimiento y de acabado centrada en criterios de duración y fácil mantenimiento. La intervención en la franja litoral, que también supuso la consolidación y reperfilación de un espigón existente y la habilitación de zonas específicas de apoyo a la pesca y a las playas, se ejecutó de manera que diera unidad y coherencia de recorrido a todo el conjunto más amplio de acciones estructurales realizadas en el barrio.