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3 septiembre 2018

Parque de Zollverein: un ejemplo único de renovación de una antigua zona industrial

Zolleverein Park,  ®Claudia Dreysse

¿Cómo nació la idea del parque de Zollverein? Todo comenzó en los años noventa, cuando se puso fin a la producción minera e industrial, el silencio se apoderó del recinto durante años… y la naturaleza fue ocupando todo el espacio.

Actualmente somos conscientes de que la arquitectura del paisaje se ha convertido en la «tercera naturaleza» de las ciudades: los paisajes naturales son la primera y los cultivos agrícolas, la segunda.

En este sentido, el distrito de la cuenca del Ruhr es una mezcla de toda clase de zonas industriales: las que mantienen la actividad y las que no, fábricas, chalés y viviendas de protección oficial, distritos financieros y zonas de ocio destinadas a los amantes de la práctica deportiva y la naturaleza. El Zeche und Kokerei Zollverein (Complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein) –donde se aloja el parque de Zollverein– está situado en Essen y ha sido declarado patrimonio mundial de la UNESCO. El parque constituye un extraordinario ejemplo de una transformación en dos fases en la que una antigua zona industrial de ochenta hectáreas de superficie ha pasado a convertirse en un moderno parque bastante insólito.

Planergruppe Oberhausen ha sido el responsable de este nuevo y extenso parque. En la actualidad el grupo está formado por varios arquitectos paisajistas y un arquitecto: Ute Aufmkolk, Ulrike Beuter, Thomas Dietrich, Harald Fritz, Sigrid Kenke, Bianca Porath, Katja Schreiber y Sascha Wienecke.

El diseño del parque le valió al colectivo una mención en el Premio Europeo del Espacio Público Urbano de 2018. En su trabajo, Planergruppe Oberhausen trata siempre de incorporar las estructuras ya existentes y de acentuar el legado del patrimonio industrial arquitectónico. La forma que tienen de trabajar con los programas de arquitectura del paisaje es muy racionalista-minimalista y sus programas de mantenimiento son muy claros y precisos. La primavera pasada tuve la oportunidad de dar un paseo de buena mañana por el recinto: los sonidos de los pájaros, los olores de la vegetación y los distintos tonos de verde constituían una experiencia muy especial. Pude advertir variados y sutiles detalles en las zonas pavimentadas y en los amplios paseos, que se combinan con las vías de los viejos trenes del carbón que atraviesan el campus de una escuela de diseño ultramoderna y una discreta zona de llegada que da acceso a un centro de convenciones y a un museo del paisaje del Ruhr. La conjunción de todos estos elementos generaba un aura de integridad intelectual y espiritual, una atmósfera que resultaba muy estimulante.

¿Cómo nació la idea del parque de Zollverein? Todo comenzó en los años noventa, cuando se puso fin a la producción minera e industrial, el silencio se apoderó del recinto durante años… y la naturaleza fue ocupando todo el espacio. Un parque se origina a partir de una serie de procesos naturales: como la repetición, por ejemplo, del proceso de sucesión ecológica, el retorno de las especies pioneras –como el abedul o el álamo– y la proliferación de la maleza. Los animales regresan ahora como habitantes en los antiguos vertederos, y el musgo y la hierba cubren las elevadas superficies metálicas.

El colectivo, tras ganar un concurso internacional en 2005, se puso como objetivo componer un paisaje formado a partir de los elementos ya existentes. Los miembros del grupo no emplearon grandes artificios, ni incluyeron «zonas de ocio», ni propusieron un mantenimiento típico de una zona museística industrial. En vez de eso, trataron de vincular el diseño con los procesos históricos y de conservar la estructura auténtica que da testimonio de la historia de la producción industrial del lugar. Este objetivo plantea la posibilidad de distintas interpretaciones y, al mismo tiempo, deja un margen para el desarrollo de nuevos usos. Esta disfuncionalidad pragmática permite que haya zonas para perderse abiertas a todo el mundo. Planergruppe Oberhausen llevó a cabo el diseño del parque ateniéndose a los siguientes principios:

  • Acentuación del conjunto arquitectónico
  • Uso restringido de elementos arquitectónicos paisajísticos
  • Uso ingenioso de materiales
  • Respeto por los componentes y estructuras ya existentes
  • Mantenimiento de los recursos industriales
  • Búsqueda de estrategias para atraer a turistas, visitantes, vecinos
  • Explicación de la transformación de zona industrial a punto de interés turístico

 

Además del diseño de las plazas, las redes de senderos y los elementos que forman los cenadores, el tratamiento de las estructuras naturales –como por ejemplo, la vegetación– supone un factor fundamental del parque. Un detallado programa de mantenimiento establece de manera precisa las líneas de trabajo del equipo de gestión. Aparte de todo esto, Planergruppe Oberhausen va respondiendo periódicamente a las nuevas transformaciones del espacio. El diseño del parque está basado en tres puntos: 1) el plan general de Zollverein de Rem Koolhaas, 2) el plan de tratamiento del paisaje de la Agence TER y 3) el profundo conocimiento que el colectivo tiene de la zona. Tras muchos años en contacto con la antigua arquitectura de las fábricas y con el contiguo y bastante heterogéneo paisaje industrial, Planergruppe Oberhausen ha sido capaz de incorporar todos esos elementos en el proceso de creación del parque de Zollverein.

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