multimedia-frontend Portlet

5 agosto 2018

«La ciudad debe estar hecha para los peatones»

Espacios compartidos con

[Francés | 00:06:17]

Gaël Faye es escritor y cantante de rap. Faye tuvo que dejar su ciudad natal, Bujumbura (Burundi), e irse a París a los trece años huyendo de la guerra civil y el genocidio tutsi en Ruanda. En la banlieue cercana a Versalles descubrió el rap y el hip-hop. Actualmente, Faye ya cuenta con dos discos en solitario y una novela, Petit país (Salamandra, 2018). El escritor y rapero se entrevistó con Espacios Compartidos el pasado mes de febrero aprovechando su visita al CCCB.

Durante la entrevista, Gaël Faye habló de sus tres ciudades: Bujumbura, donde nació y pasó los primeros años de vida; París, donde pasó el resto de la adolescencia y juventud, y Kigali, ciudad donde reside la mitad del año que no está en París. Faye describe Bujumbura como una ciudad agradable y fácil gracias a su «escala humana»; Kigali como una ciudad en mutación llena de pendientes donde es difícil vivir después del genocidio ya que no tiene ni centro ni unidad, y París como una ciudad formidable hecha para el peatón donde el coche es secundario..

En cuanto a sus espacios públicos favoritos, Faye destaca el Centquatre 104 de París por su carácter casi utópico donde tienen lugar una multiplicidad de actividades en paralelo: conciertos, café, danza improvisada, espacio de lectura... En Kigali recuerda el Ishyo Artes Centre gracias a su carácter abierto, donde puedes entrar seas quien seas.

Por último, Faye habla de las Maisons de la Jeunesse et la Culture de París y afirma que, gracias a estos espacios, él se ha convertido en músico y escritor. La calidad de aquellos espacios residía en que no estaban dirigidos a un objetivo o una función concreta, sino que eran, ante todo, un espacio de intercambio sin fronteras, de modo similar a los «Spoken Word», bares donde tienen lugar encuentros de Slam Poetry. Faye reivindica los lugares que acogen a personas de categorías sociales diferentes con el fin de que se escuchen entre ellas. El escritor advierte que las ciudades corren el riesgo de perder su capacidad de hacer interaccionar a sus habitantes

También te puede interesar