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En Marsella, la situación ancestral del puerto en el centro de la ciudad ha cristalizado prácticas que conjugan íntimamente vida urbana y actividad portuaria. Una antigua cala de unas 27 hectáreas, excepcionalmente bien protegida de los vientos, marcó el nacimiento de la ciudad. Durante 2500 años esta ensenada natural constituyó por sí sola el puerto de Marsella y fue el corazón simbólico de la ciudad. En el siglo XVII se estableció en el puerto el Arsenal de las Galeras que se demolió a finales del siglo XVIII. Al dejar libre buena parte de los muelles en el Vieux-Port, la demolición del Arsenal determinó la aparición de toda una zona dedicada casi exclusivamente a naves, depósitos y almacenes. A solicitud de la empresa privada para la cual el Ingeniero Sigaud había elaborado el Plan de distribución de los terrenos del arsenal, se conservó el Canal del Arsenal permitiendo la distribución de las mercancías en los depósitos que bordeaban sus orillas. Sin embargo, a mediados del siglo XIX había surgido ya un nuevo sistema de gestión de mercancías. En esta época, el desarrollo de los nuevos puertos sobre el litoral norte de la ciudad condujo a la autonomización y a la separación del espacio urbano y el puerto (consecuencia de la creación del puerto auxiliar de la Joliette en 1844). A partir de 1919 se acondicionaron nuevos muelles en la orillas del nuevo canal de Caronte, situado en el lago de Berre, al tiempo que se establecían industrias pesadas (construcciones navales, químicas y refinerías de petróleo) alrededor del lago. Al perder su carácter como infraestructura portuaria el Canal del Arsenal fue cubierto en 1927. A causa de los problemas de estacionamiento y de circulación de la zona (el Vieux-Port perdió definitivamente su función comercial y devino puerto de embarcaciones de placer), el municipio decidió construir en los años 60 un aparcamiento elevado. La presión de una asociación vecinal, "Les Arcenaulx", y de su presidenta, Jeanne Lafitte, juntamente con el apoyo del alcalde de la época, Robert Vigoroux, llevó a la demolición del aparcamiento en 1987. Después de un polémico debate entre el municipio y los habitantes, la remodelación de la plaza fue finalmente realizada.

Descripción

El Cours se construye como una gran superficie libre de forma rectangular, elegante en su simplicidad, con un mobiliario urbano diseñado para la ocasión por su creador (Charles Bove). El proyecto es una intervención unitaria que articula e integra los diferentes elementos urbanos (accesos al aparcamiento y mobiliario urbano). El embaldosado del pavimento combina el granito y la piedra calcárea. El aparcamiento ha sido construido de tal manera que, mediante un espesor de 1,50 m. entre la losa superior y el pavimento de la plaza, permite la posibilidad de incorporar fuentes, redes de servicios y plantar vegetación. El espacio está estructurado por altos báculos en los que las luminarias tienen forma de alas de pájaro, mientras que su base integra una papelera. El diseño del báculo se repite en las barandillas de las salidas del aparcamiento. Las salidas y los edículos del ascensor del aparcamiento están alineados a lo largo de las fachadas. Grandes pilones de hierro enlazados por cadenas (Charles Bove ha reproducido un modelo del siglo XIX que se encuentra en Marsella en La Porte d'Aix) cierran los dos extremos de la plaza. En uno de estos extremos se encuentra un mástil recubierto de pequeñas banderas, concebido por el escultor Daniel Buren.