Estado anterior
Como en muchas ciudades europeas, el espacio de la plaza de la estación de Tours se había convertido a partir de la década de 1960 en un aparcamiento al aire libre. Toda la zona de la estación era un sector desordenado, periférico respecto al centro y en el que todas las tentativas de redinamización de los años setenta habían fracasado en su intento de sustraerlo de esta situación.Objeto de la intervención
A partir de 1987, la urbanización de la Z.A.C. de la Estación y del Palacio se constituyó en uno de los puntos fuertes de las políticas urbanas de Tours. Con esta operación se perseguían tres objetivos: la construcción de un equipamiento moderno para congresos y espectáculos, largamente deseado por la ciudad; la creación de un lugar apropiado para acoger la llegada del tren de alta velocidad en septiembre de 1990, que debía quedar integrado por el conjunto del Palacio, la plaza Général Leclerc remodelada y los programas de edificación asociados; y en otra escala, el ayuntamiento deseaba hacer de esta zona, al margen del centro clásico de la urbe, un área de nueva centralidad para toda la aglomeración.Descripción
El proyecto de acondicionamiento de la plaza Général Leclerc se inició en 1989 con el concurso de arquitectura promovido por el ayuntamiento de Tours para la construcción del nuevo palacio de congresos "Vinci". Yves Brunier, miembro del equipo de Jean Nouvel, propuso la reorganización de la plaza entre la edificación nueva y la estación. La presencia del nuevo edificio y el completo levantamiento del suelo para crear un parking subterráneo, hicieron necesaria una reconsideración radical para conectar el aparcamiento con la superficie y conjugar las cualidades de un espacio público abierto a usos diferentes, con la creación, además, de un jardín acogedor.El jardín es un espacio rigurosamente ordenado, geométrico, cuyo eje de simetría se materializa en una fuente de vidrio en forma de casco de barco invertido, que deja penetrar la luz hacia el subsuelo y guía al peatón hacia la escalera de salida, al mismo tiempo que ofrece en la superficie la animación de los chorros de agua. La voluntad de conjugar una plaza y un jardín sobre un aparcamiento subterráneo llevó a adoptar una solución original desde el punto de vista técnico. Se colocó una capa de tierra de un metro de espesor sobre la losa del aparcamiento, y se dejó un espacio vacío entre la tierra vegetal y la superficie mineral del pavimento de granito de la plaza. Bajo este pavimento se integró un sistema de riego automático. La vegetación está compuesta básicamente por lagerstroemias, un árbol sutil con diversos troncos y abundante floración. Una larga avenida de magnolias se interpone entre la tranquilidad de la plaza y el ajetreo de la estación.
Valoración
El resultado conseguido ha sido la total mutación de la zona de la estación, que se ha convertido en un punto de nueva centralidad y en un signo tangible del proceso de transformación de la ciudad en metrópoli. El espacio público creado, una plaza que es a la vez jardín, permite la conexión entre los nuevos edificios y asegura la convergencia hacia lo que es el punto fuerte de la intervención, el Vinci, y su relación con la estación de Victor Laloux.Albert García Espuche, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]
