Estado anterior
Antiguamente conocida como Piazza delle Erbe, la Piazza Palazzo di Città fue proyectada por el arquitecto Benedetto Alfieri en 1756, siguiendo el ideal de uniformidad y regularidad urbanística de su época. La intervención se centró en delimitar el espacio con un entorno arquitectónico regular, resaltar el edificio del Palacio municipal y poner en relación la nueva plaza, a través de un eje rectilíneo, con el conjunto de la Piazza Castello. Sin embargo, en los últimos decenios, el uso de la plaza, y, como consecuencia, el diseño del pavimento, ha ido cambiando para ceder a las exigencias de la creciente motorización. Exigencias que no se limitaron a la circulación rodada, sino que convirtieron este espacio en un aparcamiento desordenado, un simple «receptáculo de automóviles» que transformó la plaza en un lugar olvidado de la urbe, privado por entero de su identidad.Objeto de la intervención
El trabajo de recalificación de la plaza se inicia en mayo de 1994, cuando el Ayuntamiento decide peatonalizar totalmente el espacio para así redescubrir los valores arquitectónicos y la dignidad del palacio municipal, que se habían perdido por el uso abusivo de su superficie como zona de aparcamiento. En el espacio liberado se instalaron bancos y otros elementos de mobiliario urbano, pero quedó manifiesta la irregularidad del pavimento de la plaza, fruto de las diversas intervenciones en el tiempo. Por esta razón se impuso la necesidad de una intervención de recalificación completa, que pasaba por dar un tratamiento unitario a su pavimentación.Descripción
En una primera fase, la actuación consistió en la eliminación de todo el pavimento, que aún incluía las antiguas vías del tranvía, trozos de asfalto y bloques de piedra ordinaria. La condición básica fue anular las diferencias de nivel existentes y repavimentar de nuevo toda la plaza al nivel de las aceras. La atención al proyecto original del siglo xviii indujo a adoptar un diseño geométrico regular que refleja sobre la plaza el diseño arquitectónico de las fachadas del arquitecto Alfieri. Los materiales empleados fueron «lastre di Luserna e masselli di sienite».Valoración
El resultado es una pavimentación única que recupera y recalifica el espacio de la plaza en una doble vertiente: devuelve la identidad perdida a un conjunto urbano de innegables valores patrimoniales y permite la apropiación del espacio por parte del peatón. Esta actuación, sumada a otras en la misma línea, está permitiendo que Turín recupere la calidad de su centro histórico.[Última actualización: 02/05/2018]