Projects Frontend Portlet

embedded = false isPreview = false
  • SELECCIÓN ARCHIVO 2012

Biblioteca temporal «Otets Paisiy»

Plovdiv (Bulgaria), 2011

Conversión de un trolebús fuera de servicio en una biblioteca móvil.

Estado anterior

Aunque, desde mediados del siglo XIX, las chitalishta (literalmente, en búlgaro, «espacios de lectura») han desempeñado un papel crucial en la preservación y el desarrollo de la cultura búlgara, estos centros cívicos, que al mismo tiempo funcionan como bibliotecas, teatros o espacios educativos, no siempre han sido bien vistos por el poder. Bajo la dominación otomana, ya fueron la cuna del Renacimiento Búlgaro, movimiento cultural que, con la divulgación de autores como el monje Paìsiy Hilendàrski, contribuyó al redescubrimiento de una historia propia y fomentó una autoconciencia literaria que desembocarían en la emancipación del país. Un siglo más tarde, durante la era comunista, las chitalishta sobrevivirían a la competencia de las «casas del pueblo», mucho mejor financiadas por el Estado, gracias a su grado de arraigo popular y a su reputación como bastiones de la cultura libre.

En la actualidad, las chitalishta están mucho menos extendidas y cada vez pierden más relevancia, en buena parte debido a la falta de apoyo por parte de una Administración que sigue dándoles la espalda. La red de espacios de lectura destaca por su precariedad, realidad que se refleja en el dato de que solo el seis por ciento de estos equipamientos ofrece conexión a Internet a sus usuarios. Ello sucede a pesar de que su función es tan necesaria como siempre, puesto que, si bien Bulgaria ha ostentado tradicionalmente un buen nivel educativo, la cantidad de niños que abandonan la escuela se ha triplicado desde principios de siglo. Además, es el estado de la Unión Europea con menos lectores habituales.

Sin embargo, una iniciativa para denunciar y empezar a revertir esa tendencia tenía que nacer en Plóvdiv, la segunda ciudad más poblada de Bulgaria y uno de sus principales centros literarios. Lo haría, precisamente, en la calle dedicada al monje Paìsiy, justo delante de la estación generadora que suministra electricidad a la red municipal de trolebuses, allí donde en 1956 circuló el primero de estos vehículos. El lugar, adyacente a la zona comercial y más turística de la ciudad, va perdiendo el aura bohemia e impregnada de cultura alternativa que la había caracterizado durante muchos años. Es testimonio de ello el hueco dejado por el cierre de una emblemática librería que también llevaba el nombre del monje historiador.

Objeto de la intervención

La iniciativa fue fruto de un concurso convocado en 2011 por la Open Arts Foundation, una entidad no gubernamental y sin ánimo de lucro dedicada a la divulgación cultural que, entre otros eventos, promueve todas las primaveras la Noche de los Museos y las Galerías de Plóvdiv. En el contexto de este festival, el proyecto ganador proponía un espacio compartido de lectura que, con un presupuesto de solo trescientos euros, quería reactivar la actividad cultural del barrio. Más que sustituir la biblioteca convencional, se trataba de complementarla y expandir su función aprovechando la visibilidad del emplazamiento y desafiando a los peatones para atraerles hacia el hábito de la lectura. Se dirigía especialmente a los más jóvenes, con una actitud provocadora y alternativa que buscaba poner de manifiesto la necesidad urgente de bibliotecas actualizadas y, en general, de una toma de conciencia hacia el problema de la falta de lectores. Además, la iniciativa pretendía trascender el propio festival para que sus benefactores siguieran leyendo al día siguiente de la Noche.

Descripción

La propuesta consistió en la creación de una biblioteca móvil en el interior de un trolebús que estaba fuera de servicio. Fueron necesarios dos meses para obtener el vehículo de las cocheras municipales, donde el único futuro que le esperaba era ser desguazado. Sorteados los problemas burocráticos por vías poco oficiales, el trolebús se instaló en la calle Paìsiy, donde fue transformado gracias al trabajo voluntario de unas veinte personas que a lo largo de dos semanas trabajaron en él de día y de noche. Se retiraron buena parte de los asientos del vehículo para que cupieran tres mesas de estudio, varios puntos de lectura y ocho estanterías que contienen unos seiscientos volúmenes. El fondo era fruto de una selección de títulos recientes de autores búlgaros y extranjeros. En la parte posterior del trolebús, se reservó un espacio dedicado a los más pequeños, donde jugar, oír cuentos y colorear libros infantiles. La biblioteca se equipó con instalaciones de luz, Internet e hilo musical. En el interior, se renovó el pavimento y se tapizaron los cerramientos con fotografías históricas de la ciudad; en el exterior, se pintó la carrocería con colores chillones y se estamparon diseños con mensajes festivos y sugerentes.

Valoración

Tal y como se había propuesto, la biblioteca móvil sobrevivió a la Noche de los Museos y las Galerías de Plóvdiv. Sin embargo, dos meses después de la inauguración, el Ayuntamiento retiró el vehículo, de noche y sin previo aviso, para devolverlo a la cochera. Paradójicamente, esta falta de sensibilidad por parte de las autoridades completó la capacidad de ese insólito trolebús de entroncar con la tradición de las chitalishta búlgaras. Como ellas, este espacio de lectura compartida, abierto a todo el mundo, completamente gratuito e independiente del poder político y económico, supo conectar con la gente, consciente de que una cultura libre, accesible y crítica es un instrumento ciudadano imprescindible para la democracia. Usado con intensidad por vecinos, estudiantes o trabajadores que se refugiaban en él durante la pausa del almuerzo, el trolebús tuvo tanto éxito que ha sido invitado a visitar otras localidades. Mientras se estudia la viabilidad de esta propuesta, los promotores están tramitando con el Ayuntamiento el permiso para poder instalarlo de nuevo, durante la próxima primavera, en el corazón de un barrio que durante un tiempo demasiado corto pudo revivir la libertad de la cultura bohemia y alternativa.

David Bravo │ Traducción de Maria Llopis

[Última actualización: 18/06/2018]

Ficha técnica

CIUDAD: Plovdiv
PAÍS: Bulgaria
INICIO DEL PROYECTO: 2011
INICIO DE LAS OBRAS: 2011
FINAL DE LAS OBRAS: 2011
DIRECCIÓN DE OBRA: arch. Vladislav Kostadinov, studio 8 1/2
SUPERFICIE: 25 m²
COSTE: 300 €
WEB: www.facebook.com/bibliobus.plovdiv

Créditos

PROMOTOR:
Фондация “Отворени Изкуства”

AUTORES:
studio 8 1/2


Documentos relacionados