Estado anterior
Hasta hace poco tiempo, el tejido urbano de Tilburg se veía interrumpido por una gran explanada, denominada Pieter Vreedeplein, que, a pesar de su centralidad, se usaba únicamente como aparcamiento superficial. Por levante, el espacio era adyacente a la Heuvelplein, plaza triangular presidida por la iglesia de Sint Josef, mientras que al sur estaba delimitada por las fachadas posteriores de las casas de la Heuvelstraat, un importante eje comercial que antiguamente había sido la calle mayor de la ciudad. A poniente la cerraba un área residencial y al norte tenía los terrenos de la estación de ferrocarril. El vacío de Pieter Vreedeplein constituía, pues, el punto de encuentro de una serie heterogénea de tejidos en el seno de una zona compleja, caracterizada por la coexistencia de casas tradicionales adosadas y de edificios modernos de mayor altura.Objeto de la intervención
En 1998, el Ayuntamiento de Tilburg unió sus esfuerzos con los de una promotora privada para emprender un ambicioso proyecto de reforma urbana encaminado a integrar el vacío de Pieter Vreedeplein al resto del tejido urbano. El proyecto pretendía aprovechar la centralidad de la explanada para desarrollar en la misma un programa complejo y capaz de articular la relación entre las diferentes realidades urbanas que concurren en ella.Descripción
Como resultado de este proyecto, se construyó un complejo que da cabida a 125 viviendas de distinto tamaño, treinta mil metros cuadrados de pequeños comercios, un cine con siete salas de proyección y un aparcamiento subterráneo para novecientos vehículos. El edificio forma un cuerpo escuadrado que se apoya sobre los límites norte y oeste del emplazamiento y que libera dos plazas triangulares en el lado sur. Junto con la Heuvelplein, estos vacíos forman una sucesión de tres plazas triangulares conectadas entre sí por sus vértices.La que ocupa la posición central en esta tríada es la cubierta del aparcamiento subterráneo y contiene una salida para peatones totalmente integrada con un quiosco de flores. Junto al quiosco hay un cuerpo esbelto, en forma de prisma triangular, que se erige, como un hito escultórico, en símbolo del nuevo sector y que al mismo tiempo sirve para ocultar una boca de ventilación del aparcamiento. La plaza está pavimentada con piezas de granito de dos tonalidades que la llenan de cenefas claras y oscuras. Está equipada con dieciséis bancos de granito pulido que dibujan las letras de Pieter Vreedeplein.
Tanto el granito de los bancos como el del pavimento entonan con el ladrillo de clínker gris con que están hechas las fachadas del complejo. Si bien en el extremo sur de su ala occidental hay una torre de viviendas de quince pisos de altura, el resto del edificio tiene una altura de solo cuatro plantas. En las dos inferiores están los comercios, asomados a la plaza del quiosco a través de un porche a doble altura. Los dos niveles superiores, por el contrario, contienen varias hileras de viviendas adosadas, servidas por una calle elevada y de uso restringido. El cine ocupa el extremo oriental del ala norte del edificio, de forma que, aparte de dar a la plaza del quiosco, también se relaciona con la Huevelplein.
Valoración
El nuevo complejo de Pieter Vreedeplein conjuga varios usos y tipologías en una pieza unitaria y de escala urbana que traba los diferentes tejidos urbanos que lo rodean. Elementos como la tríada de plazas triangulares, el porche, el hito escultórico o el quiosco de flores enriquecen el paisaje urbano y dan fe de que el proyecto se ha concebido desde una actitud que otorga tanta importancia a sus vacíos públicos como a sus espacios privados.David Bravo Bordas, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]