Estado anterior
Westwijk es un barrio situado en la periferia de Vlaardingen, a diez kilómetros de Róterdam. Se trata de un polígono residencial característico de la década de los cincuenta donde, en contraposición con la densidad de los tejidos urbanos decimonónicos, el techo residencial se dispone racionalmente en grandes bloques lineales separados por amplios espacios públicos que favorecen el paso de la luz y el aire. Como suele ocurrir en este tipo de tejido de baja ocupación, en Westwijk, los equipamientos y los comercios se concentran en franjas de servicio y el resto de los espacios intersticiales a nivel de calle se convierten en grandes superficies arboladas con poca actividad y una fuerte presencia del automóvil.La composición de su población, de 16.000 habitantes, se mantuvo bastante homogénea hasta finales de la década de 1990. Desde entonces, los estándares de calidad de sus viviendas, con tipologías poco variadas y de superficie reducida, han ido quedando obsoletos. Algunas se han vaciado y otras han atraído, por su renta relativamente baja, a familias mayoritariamente inmigrantes con pocos ingresos. Los hábitos culturales y sociales de los nuevos inquilinos difieren de los de los residentes más antiguos, por lo que los conflictos de convivencia son frecuentes.
Objeto de la intervención
En 1995, el Ayuntamiento de Vlaardingen y el patronato municipal de la vivienda de Waterweg Wonen elaboraron un plan de regeneración para el distrito de Westwijk. La actuación preveía, además de la construcción de nuevas viviendas, la rehabilitación de los bloques existentes y la concentración de todas las franjas de servicio en un solo centro comercial y de equipamientos. Debido a la falta de fondos, en el año 2001, se pospuso la operación y sus promotores encargaron a la artista Jeanne Van Heeswijk el diseño de una intervención temporal para mejorar el aspecto de una de las franjas de servicio. Sus comercios habían quedado completamente desocupados y, de acuerdo con el plan establecido, la franja se derribaría al cabo de dieciocho meses.Descripción
En lugar de limitarse a actuar sobre su fachada, Van Heeswijk propuso intervenir también en el interior de los comercios y convertir su superficie, de 3.500 metros cuadrados, en un centro cultural de producción y exposición de arte que en seguida se bautizó con el nombre de «La franja» (De Strip). En pocos meses, después de una rehabilitación superficial y cosmética de los locales comerciales de la franja, el espacio se transformó en un complejo que podía acoger gran diversidad de funciones. El 23 de mayo de 2002, «La franja» abrió sus puertas y, en poco tiempo, se convirtió en un punto de encuentro de los habitantes de Westwijk, que se involucraron en el proyecto como visitantes asiduos, e incluso ayudaron en la organización y trabajaron conjuntamente con los artistas. Todas las actividades giraban en torno a un eje que iba de la producción artística a la exposición, con lo que se reunían en un mismo espacio los dos extremos del proceso creativo.Para enriquecer el programa de actividades del proyecto se invitó a participar a dos entidades culturales con sede en Róterdam. Una de ellas es el Museo Boijmans Van Beuningen, que dispone de una gran colección permanente de arte contemporáneo y moderno y organiza una amplia gama de actividades culturales, como ciclos de conferencias o conciertos. Por su parte, el Showroom MAMA (Showroom for Media and Moving Art) es una plataforma interdisciplinaria que organiza actos culturales y pedagógicos y realiza proyectos de investigación para desarrollar nuevas maneras de trabajar con una amplia gama de público a través de las artes visuales y la cultura. Los proyectos del Showroom MAMA y del Museo Bon Pinklebon atrajeron a visitantes de Róterdam y de todo el país. Compartieron el antiguo supermercado con el artista Peter Westenberg, que desarrolló el Uit+Thuis Videomagazijn, un espacio de producción y proyección de vídeos que se convirtió en la base para una serie de talleres y presentaciones donde el vídeo se usaba activamente como instrumento de investigación crítica sobre las relaciones en el barrio. También se publicó la página web www.worldwidewestwijk.nl para presentar los resultados de la investigación.
Valoración
«La franja» tuvo tanto éxito que el año y medio previsto se prolongó seis meses más. La clave principal de este éxito radicó en la capacidad integradora de la iniciativa. Por un lado, se reconstruyó, en un tiempo sorprendentemente breve, una red de relaciones sociales que había ido desapareciendo. Por otro lado, al convertir al barrio en protagonista de un acontecimiento que recibía visitantes de diferentes lugares, se consiguió que ganase centralidad con una inversión mínima. La iniciativa se anticipó a la larga y costosa intervención urbanística que debe llevarse a cabo en el barrio y consiguió uno de sus objetivos principales: que el polígono se deshiciese de su marginalidad.David Bravo │ Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 18/06/2018]
