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  • SELECCIÓN ARCHIVO 2006

Requalificação da zona envolvente ao Mosteiro de Santa Maria de Alcobaça

Alcobaça (Portugal), 2005

Recuperación de las calles y la plaza que dan acceso a una importante abadía cisterciense.

Estado anterior

Alcobaça es una pequeña ciudad situada a menos de 10 kilómetros de la costa central de Portugal, en la confluencia de los ríos Alcôa y Baça, a los que debe el nombre. Adquirió una notable relevancia a partir del siglo XIII, cuando el primer rey portugués, Alfonso Henriques, mandó construir allí el monasterio de Santa Maria de Alcobaça, la primera construcción gótica del país. Esta abadía cisterciense, que durante la Edad Media llegó a rivalizar con las más importantes de Europa, fue un poderoso centro económico y de conocimiento, con un extenso dominio territorial. Esto explica el carácter monumental y representativo de su fachada principal, más propio de un palacio urbano que de la acostumbrada sobriedad rural de los monasterios. Se trata de una fachada barroca, fruto de una reforma del siglo XVIII que también abrió delante de la abadía la plaza 25 de Abril, un gran espacio vestibular de planta triangular que enmarca la presencia del monumento y constituye el centro neurálgico de la ciudad. A partir de la década de 1950, la presión del tráfico rodado fue convirtiendo la plaza en un aparcamiento al aire libre donde la sofocante presencia de coches y autobuses que rodeaban sus parterres ahogaba al edificio y lo separaba de la ciudad.

Objeto de la intervención

En el año 2003, el Ayuntamiento de Alcobaça promovió una actuación que proyectaba destinar una inversión de más de 6 millones de euros a restablecer la conexión entre la ciudad y el monasterio. Además de restringir el tráfico rodado en el centro, la actuación preveía la reestructuración y el acondicionamiento de la plaza 25 de Abril y las calles de acceso.

Descripción

En todas estas calles, la sustitución del asfalto por un pavimento de piedra caliza pone de manifiesto la prioridad que se otorga al peatón. La circulación de vehículos se limita al transporte público, el transporte de mercancías y los residentes. Esta restricción se complementa con la implantación de aparcamientos en las entradas de la ciudad. La calle de Dom Pedro V une una de estas entradas con la plaza 25 de Abril, cruzando el río Alcôa y recorriendo la fachada norte del monasterio. La cota de esta calle se había modificado para facilitar la entrada de vehículos desde la carretera nacional EN1. La intervención rebaja esta cota: así, se restituye el trazado original de la calle y se dejan al descubierto algunas aberturas de la abadía que habían quedado sepultadas. Justo antes de desembocar en el vértice norte de la plaza 25 de Abril, la calle de Dom Pedro V se ensancha y da lugar a la plazoleta de Dom Alfonso Henriques, plantada con una retícula de árboles centenarios. Una vez liberado del tráfico, este espacio se convierte en una zona umbría de recogimiento. La antigua fuente que lo preside se desplaza a su posición original y se dispone sobre un basamento de mármol de Linoz. La vegetación de la plazoleta se prolonga hasta el vértice occidental de la plaza principal, en un recorrido donde el carácter de recogimiento de la primera contrasta con la gran explanada descubierta presidida por la imponente fachada del monasterio.

En el vértice sur se dispone un pequeño bosque de robles y encinas rodeados de césped. Esta masa vegetal tamiza la vista del monasterio desde la calle de Francisco Zagalo. Junto a los árboles se alza una escalinata simétrica a la del otro extremo de la fachada, que da acceso al ala sur del monasterio. Los bordes de la plaza se resuelven con el mismo pavimento de las calles que confluyen en ella. Se trata de bloques de piedra caliza de Vidraço da Ataíja, con un despiece más denso en las zonas peatonales y menos concentrado en las zonas de paso de vehículos. En la parte central se extiende un gran lienzo de tierra batida de tono rojizo, que recupera la inclinación original de la explanada. Una serie de canales de recogida de agua lo fragmentan en secciones paralelas, en la dirección de máxima pendiente. Dos calzadas de piedra cortan los canales paralelos y señalan la entrada principal de la abadía.

Valoración

Sin renunciar a la contemporaneidad, el proyecto restablece la relación armoniosa entre la ciudad y el monumento que la vertebra. Con una inteligencia contenida, la solución entiende el espacio público que rodea la abadía desde dos puntos de vista complementarios. Por un lado, la intervención se aborda desde una perspectiva funcional, atendiendo al uso del espacio y a sus circulaciones. Por otro lado, la actuación se entiende como una sucesión poética de espacios que, mediante cambios sutiles o en contraste, constituyen diferentes recorridos arquitectónicos que culminan escenográficamente con el imponente descubrimiento del monumento.

David Bravo Bordas, arquitecto

[Última actualización: 02/05/2018]

Ficha técnica

CIUDAD: Alcobaça
PAÍS: Portugal
INICIO DEL PROYECTO: 2003
INICIO DE LAS OBRAS: 2005
FINAL DE LAS OBRAS: 2005
SUPERFICIE: 30.124 m²
COSTE: 6.524.950 €

Créditos

PROMOTOR:
Câmara Municipal de Alcobaça

AUTORES:
Gonçalo Sousa Byrne i João Pedro Falcão de Campos


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