Estado anterior
La situación de partida del presente proyecto planteaba la dificultad de hacer compatible una vía céntrica paralela al río y de intenso tráfico rodado con los flujos de peatones que tenían graves problemas para circular debido a su elevado grado de congestión.Objeto de la intervención
La voluntad de mejorar, y de hacer más amable, el recorrido peatonal y las condiciones generales para los peatones a lo largo de más de medio kilómetro en los antiguos muelles de Dublín, y de hacerlo aprovechando el enorme potencial visual y cualitativo del río en la ciudad central, son los puntos de partida de este proyecto.Descripción
En lugar de ensanchar exclusivamente las aceras existentes en la avenida paralela al curso fluvial, el proyecto opta por colgar una estructura ligera que, suspendida sobre el agua, segrega la circulación peatonal del tráfico rodado de la vía. Así, el peatón puede elegir un recorrido u otro, pero se le abre la posibilidad de abstraerse de los coches circulando tranquilamente y disfrutando de una relación totalmente nueva con el curso de agua al lado.El planteamiento formal de la nueva pasarela respeta totalmente la integridad de la antigua pared del muelle de la que se cuelga, lo que acentúa su carácter de espacio ganado y conquistado para la gente muy cerca del río. El correcto dimensionamiento de esta nueva pasarela volada, los bancos lineales de madera adosados a lo largo del antiguo muro, la estratégica situación de unos pequeños kioscos de bebidas calientes y la afortunada orientación sur de esta fachada fluvial, han convertido ese espacio en algo que va mucho más allá del mero espacio de recorrido y convierte el nuevo curso peatonal en un espacio versátil y equipado que compatibiliza el tráfico con el reposo, al mismo tiempo que acerca ambas situaciones a un río que gana, de ese modo, observadores y entusiastas. La existencia del banco continuo, de los desniveles y las rampas, de los miradores y de los kioscos propicia la diversidad de usos en este nuevo paso peatonal que a veces ha desempañado la función de escenario para acontecimientos organizados en medio del río. El buen entroncamiento con los diferentes puentes próximos garantiza una continuidad a los itinerarios que también se convierte en garantía crucial para su uso y funcionamiento y mejora positivamente los recorridos peatonales del entorno inmediato.
El sistema estructural adoptado subraya la ligereza de la pasarela sin suponer ninguna estridencia tecnológica, y ha permitido integrar inferiormente la canalización de las instalaciones técnicas en un diálogo con la pesadez de la antigua pared de piedra, que se conserva prácticamente íntegra. La incorporación de materiales como la madera, aparte de tener una profunda relación con los espacios de agua, subraya el carácter amable de un nuevo paseo ganado con respeto y creatividad para la ciudad.
Valoración
El nuevo paso no sólo soluciona el conflicto antes no resuelto entre el peatón y el vehículo, sino que ha generado una experiencia urbana totalmente nueva en el espacio fluvial en el que se inscribe. De una vía congestionada, incómoda para el peatón e indiferente al río, se ha pasado a ganar un espacio que no sólo hace las veces de espacio de tránsito, sino también las de paseo y de terraza-plaza abierta al río. Desde un proyecto claro y sencillo de planteamiento y de ejecución muy cuidada se ha logrado un espacio amable y versátil, de recorrido y de reposo, que ha intensificado extraordinariamente la experiencia urbana.Mònica Oliveres i Guixer, arquitecta
[Última actualización: 02/05/2018]
