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El progresivo deterioro y la impopularidad entre los usuarios de una de las redes de túneles subterráneos para peatones más extensas de Londres, en el Este de la capital, hacen que las autoridades pongan en marcha una serie de consultas ciudadanas a fin de identificar las causas de la infrautilización de este complejo sistema de túneles y transformar la percepción negativa que de la red y de los alrededores de Algate tenían la mayoría de sus 26.000 usuarios diarios.Objeto de la intervención
Así nace un proyecto de mejora integral de la movilidad de los peatones centrado en la voluntad de disipar la confusión, la desorientación y la inseguridad mencionadas por los usuarios como causas principales de la impopularidad de una instalación construida en los años sesenta y en estado de acusado abandono pese a su necesaria función urbana.El proyecto no sólo pretende facilitar y mejorar las condiciones de uso y de acceso a los pasos subterráneos sino, y sobre todo, fomentar el sentimiento de propiedad compartida entre los millares de usuarios diarios y la apropiación por todos de estos espacios de la movilidad colectiva, mediante la participación de la comunidad local en la toma de decisiones y en la puesta en marcha del proyecto.
Descripción
El proyecto se aborda integralmente tanto en superficie como en los niveles bajo rasante, entendiendo que las dinámicas que llevan a la precarización gradual de un sistema de recorridos subterráneos no giran en torno a un único factor. Así, se adoptan medidas para la regeneración del tejido comercial y asociativo existente y la creación de nuevas expectativas de trabajo en una zona económicamente deprimida y se promueven y se animan los modos de movilidad ambientalmente sostenible de peatones, bicicletas y autobús para pacificar todo el ámbito.El proyecto se concreta, por un lado, en la construcción de nuevos pasos para peatones a nivel como alternativa a los túneles, en la racionalización de los flujos de intercambio entre los servicios de autobús y metro sobre y bajo rasante respectivamente y en la amabilización de los entornos vía implantación de nuevo mobiliario urbano y plantación de árboles; por otro lado, en el acondicionamiento de la laberíntica malla de túneles subterráneos de acceso al metro y cruce deprimido de vías.
El proyecto de mejora general de los accesos y de los pasos subterráneos es fruto de la colaboración de arquitectos, artistas locales y diseñadores gráficos que trabajan de forma conjunta con la comunidad local, y se centra muy especialmente en los aspectos de señalización, mejora de acabados e iluminación. Por lo que respecta a la señalética, se desarrollan nuevos mapas gráficos basados en una codificación simplificadora color-zona, que clarifica toda la red y facilita la rápida comprensión del funcionamiento general. Así mismo, se instalan monitores de televisión que, siguiendo la misma lógica, dan información de ubicación y de acceso, también para gente con movilidad reducida. En cuanto a los acabados, se pavimentan de nuevo todos los pasos con piezas hechas en talleres de personas con discapacidades, y se incorporan a los paramentos de los pasajes trabajos textuales, gráficos y objetuales procedentes de los artistas, de los talleres participativos y de los comerciantes del lugar. Los materiales se escogen en función de su durabilidad y bajo mantenimiento, para evitar el retorno a la situación anterior.
Valoración
Paradójicamente, un complejo sistema nacido para fomentar la accesibilidad y aproximar diferentes puntos urbanos se había convertido en una auténtica barrera psicológica para la gente del lugar, que no dudaba en arriesgar el físico si ello significaba no utilizar los oscuros túneles. Con demasiada frecuencia estos espacios de paso casi obligado caen en la desidia y en el olvido y acaban ofreciendo un aspecto ciertamente desagradable y disfuncional.Este proyecto nace con la comunidad, se construye con la gente y demuestra que con voluntad decidida de mejora y de servicio se pueden reconducir situaciones que revierten muy positivamente en la experiencia urbana más cotidiana de las personas. La implicación y complicidad de la comunidad local en este proyecto, así como en su mantenimiento futuro, es uno de los aciertos de una actuación que muestra como espacios típicamente urbanos como éstos, y pese a todo demasiado a menudo abandonados a su suerte, pueden transformarse a través de medidas correctoras sencillas, y no excesivamente costosas, que mejoran el paisaje urbano diario de forma sustancial.
Mònica Oliveres i Guixer, arquitecta
[Última actualización: 02/05/2018]
