Estado anterior
El peligro de ruina inminente del claustro del Convento de la Trinidad en Toledo hizo aparecer, ya a mediados del siglo XX y después de su necesario derribo, un solar vacío muy cerca de la iglesia que, sin pretensión alguna de convertirse en una plaza, se convirtió en un lugar ocupado por los coches que tomó prestado el nombre de la calle contigua y que estaba dominado por la visión forzada de los lienzos murales desvestidos del convento, en una perspectiva monumental e inédita ahogada y desaprovechada por la ocupación improvisada y anárquica, pero sostenida en el tiempo, de la función de aparcamiento.Objeto de la intervención
El proyecto de remodelación de la plaza, junto con la construcción del edificio del Archivo Municipal, pretende recuperar el espacio secuestrado de los coches y construir un edificio-zócalo que ordene y subraye los volúmenes de la nave y la cúpula de la iglesia y confiera una escala más asimilable para los peatones del conjunto, desde el espacio de la plaza. Al mismo tiempo, los restos arqueológicos descubiertos durante el proceso de ejecución de las obras se muestran a los peatones a través de toda una serie de pasos suspendidos sobre las estructuras del yacimiento in situ, que configuran una experiencia de patios que permiten el acceso al archivo o el regreso a la plaza, a través de otra plaza de entidad menor, en un entorno en el que aflora la memoria del lugar y en el que el paseo deviene histórico.Descripción
El proyecto conjunto de plaza y archivo se resuelve de modo que el conjunto del espacio público queda claramente reforzado y enriquecido por ello. Partiendo de las antiguas huellas del claustro derribado, el archivo se plantea como un edificio adosado a un muro inscrito en el espacio que hace de basamento para la mejora de la perspectiva de la iglesia desde la plaza más exterior, y que separa y esconde al mismo tiempo un conjunto de recorridos públicos más interiores vinculados a los accesos del nuevo archivo, pero que permiten otros tránsitos por todo el entorno en una secuencia de patio-placita-plaza que revive experiencias espaciales de Toledo como invariantes arquitectónicas a recuperar para las prácticas presentes, ofreciendo espacios de exposición y de paseo arqueológico.El edificio-muro actúa como una pantalla agujereada que separa y relaciona espacios públicos dimensional y perceptivamente distintos y se convierte en un telón de fondo que enfatiza la serenidad de los volúmenes del conjunto del Convento de la Trinidad, y que permite al mismo tiempo una aproximación diferente a los espacios reconfigurados a ambos lados
Valoración
Esta intervención supone una reflexión acerca de la relación entre el espacio público y las experiencias espaciales que le son propias en función del contexto en el que se inscribe, así como de la relación del espacio público con los edificios que lo abrigan y le confieren entidad. Así, se convierte en un proyecto que no sólo rescata de los coches un espacio magníficamente situado y lo recupera para la ciudad, sino que al mismo tiempo apuesta por la voluntad de intervenir en el tejido urbano con la mirada atenta al lugar, a lo preexistente y a la memoria.Mònica Oliveres i Guixer, arquitecta
[Última actualización: 02/05/2018]
