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Desde el año 2001, Copenhague está desarrollando el nuevo distrito de Ørestad en la isla de Amager, al sur de la capital danesa. El crecimiento sigue un esquema lineal vertebrado por un canal preexistente y por una nueva línea de metro que transcurre sobre un viaducto elevado. Ya cuenta con más de 8.500 residentes y 12.000 trabajadores y se calcula que, dentro de dos o tres décadas, tendrá 20.000 habitantes, igual número de estudiantes y se habrán creado casi 80.000 puestos de trabajo.Sin embargo, tal y como ocurre en la mayoría de desarrollos urbanos de nueva planta, Ørestad todavía tiene el reto de llenar de actividad y sentidos sus espacios públicos. El propio boulevard de Sivegaden, que discurre paralelo a la orilla oriental del canal, tenía una apariencia excesivamente amplia e inhóspita, efecto multiplicado por la intensidad del tráfico rodado y por la monumentalidad y dureza de sus edificios, de acero, vidrio y hormigón.
Objeto de la intervención
Las gigantescas dimensiones del espacio y la falta de una pátina acumulada por el paso del tiempo reclamaban la fundación de lugares acogedores y de escala humana. A este efecto, se convocó un concurso público dotado con un presupuesto de más de medio millón de euros. Antes, sin embargo, y aprovechando el elevado grado de implicación de los residentes en el desarrollo de Ørestad, se celebró una consulta ciudadana para recoger sus necesidades y deseos. Así quedó claro que se precisaban más conexiones entre las dos orillas del canal, que se podía sacar mayor provecho del cobijo que ofrece el viaducto y que las posibilidades de entrar en contacto con el agua eran mejorables. Los vecinos querían más vegetación, buen alumbrado, protecciones contra el viento y, en definitiva, espacios adecuados donde diferentes grupos de edad pudieran reunirse al aire libre.Descripción
El proyecto que ganó el concurso se llamaba «Las tres islas» (De tre øer, en danés), porque planteaba la inserción de sendas plataformas flotantes sobre las aguas del canal. Separadas un centenar de metros entre sí, cada una de ellas es diferente de las demás, pero todas tienen forma redondeada y están hechas de madera. Las tres están pensadas para acoger diferentes actividades al aire libre. Entre las islas, bajo la losa del viaducto, se han dispuesto pistas de petanca, rocas escultóricas, pequeños jardines y áreas de juego.La plataforma más septentrional, llamada «Ø01», ofrece un banco perimetral donde hacer picnics. De directriz semicircular, está reseguido por una barandilla que hace las veces de respaldo y que interpone una pantalla de protección contra el viento. El centro de la plataforma está hueco, por lo que se puede ver el agua del canal y los nenúfares que flotan en ella. Algunas casetas para pájaros y la vegetación acuática de los alrededores quieren fomentar la biodiversidad de flora y fauna.
La isla central, llamada «Ø02», se encuentra frente a un jardín público y solo es accesible desde la orilla oriental. Cuenta con varias plataformas a nivel del agua, que hacen la función de embarcaderos en verano y facilitan la salida y la llegada de patinadores sobre hielo en invierno. También consta de un escenario central, equipado con asientos, alumbrado y tomas eléctricas para acoger conciertos y actuaciones.
La isla «Ø03», en el extremo sur, está delante del instituto público, la escuela primaria y la biblioteca municipal. Por este motivo, está dirigida al juego y el aprendizaje. Presidida por una pequeña atalaya que ofrece a los chiquillos vistas sobre el canal, consta de conexión Wi-Fi y de armarios con llave situados bajo los bancos para que la escuela guarde utensilios de pesca y pequeñas embarcaciones inflables.
Valoración
Inauguradas en septiembre de 2012, «Las tres islas» han cosechado una muy buena acogida entre el vecindario. La «Ø01» ve día tras día cómo la vegetación acuática se hace más frondosa y la biodiversidad va en aumento. La «Ø02» ha acogido varios conciertos con muy buena afluencia de público, y la «Ø03» está llena de niños y jóvenes en cuanto hace buen tiempo.A pesar de que parte de este éxito radica en la especificidad de sus formas y funciones, que se adaptan a las demandas expresadas por la ciudadanía, las tres plataformas comparten unos contornos redondeados y la calidez de la madera. Esto les confiere un parentesco unitario que las ayuda a destacarse de la dureza fría y ortogonal de su entorno. De este modo, aparte de fundar lugares acogedores y apropiables, constituyen hitos icónicos a través de los cuales el nuevo distrito de Ørestad se reconoce a sí mismo.
David Bravo
Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 02/07/2021]
